El melasma es una de las patologías pigmentarias de la piel más comunes, especialmente entre mujeres de piel media a oscura, y suele agravarse en los meses de mayor exposición solar. El verano, con su combinación de rayos UV intensos y exposición prolongada al aire libre, representa una época crítica para quienes padecen esta alteración cutánea.
Aunque el melasma no es una condición peligrosa, sí puede tener un fuerte impacto estético y emocional. Por eso, la prevención y el tratamiento adecuado, incluso durante los meses de verano, son fundamentales. En este artículo analizaremos qué hacer para evitar que el melasma empeore en verano y qué opciones dermatológicas y estéticas existen para tratarlo de forma segura y eficaz.
¿Qué es el melasma?
El melasma es una hiperpigmentación de la piel que aparece en forma de manchas marrones o grisáceas, generalmente en áreas expuestas al Sol: mejillas, frente, nariz, labio superior y mentón. Es más frecuente en mujeres en edad fértil y tiene relación con factores hormonales, genéticos, el embarazo, anticonceptivos orales, inflamación y sobre todo, con la exposición solar.
¿Por qué el melasma empeora en verano?
Durante el verano, la radiación ultravioleta (UV) y la luz visible aumentan significativamente, y ambas estimulan la producción de melanina, el pigmento responsable del color de la piel. En pacientes con melasma, esta respuesta está desregulada, generando una hiperpigmentación localizada.
Además, el calor y la inflamación inducida por la exposición solar también contribuyen al oscurecimiento de las manchas.
Prevención del melasma en verano: Cuidados clave
Fotoprotección integral (Más allá del SPF)
El protector solar es el primer pilar contra el melasma, pero no el único. Para una fotoprotección efectiva:
- Usar protector solar de amplio espectro (UVA/UVB) y luz visible, con FPS 50+.
- Aplicar cada 2 horas, especialmente en playa, piscina o al sudar.
- Buscar fórmulas con óxido de hierro, que protegen contra la luz visible.
- Complementar con sombreros de ala ancha, gafas de sol y sombrillas.
Fotoprotección oral
Los suplementos antioxidantes con polypodium leucotomos, vitamina C, niacinamida o glutación ayudan a reducir la inflamación y el daño oxidativo, disminuyendo el riesgo de hiperpigmentación.
Rutina cosmética adaptada
- Usar despigmentantes suaves como ácido azelaico, niacinamida o ácido tranexámico tópico.
- Evitar productos irritantes (ácidos fuertes o retinoides) si hay exposición solar directa.
- Preferir texturas ligeras, no comedogénicas y no fotosensibilizantes.
Tratamientos estéticos y dermatológicos para el melasma
Aunque se tiende a evitar tratamientos intensivos durante los meses de Sol, existen opciones seguras y efectivas para tratar el melasma también en verano, siempre bajo supervisión médica.
- IPL (Luz Pulsada Intensa)
El láser IPL emite múltiples longitudes de onda que actúan sobre los pigmentos de la piel. Aunque es efectivo, no siempre es la mejor opción en pieles oscuras ni en melasma muy activo o profundo. No suele recomendarse en pleno verano, pero puede usarse con protocolos adaptados y con fototipos claros.
- Láser fraccionado no ablativo
A diferencia del láser CO2 ablativo, esta modalidad no produce una «herida» en la piel. Estimula la renovación celular sin riesgo de hiperpigmentación postinflamatoria si se utiliza con precaución. Apto para pieles sensibles.
- Láser CO2 fraccionado (ablativo)
El láser C02 Es muy útil para tratar casos rebeldes de melasma. En verano sólo es recomendado por dermatólogos en casos muy concretos ya que existe un riesgo moderado de rebrote si se expone al piel al Sol después del tratamiento. Produce una ablación controlada de la epidermis, permitiendo una renovación profunda.
- Peelings despigmentantes suaves
- En verano se puede recurrir a peelings suaves con ácido mandélico, ferúlico o láctico, que tienen bajo riesgo de fotosensibilidad.
- Evitar los peelings medios o profundos hasta el otoño.
- Se pueden combinar con tratamientos tópicos domiciliarios para prolongar el efecto.
- Mesoterapia y microneedling
- La aplicación intradérmica de ácido tranexámico, antioxidantes y despigmentantes mediante microinyecciones o microagujas puede ser segura en verano si se realiza con protocolos adecuados.
- Mejora la absorción de activos sin generar daño térmico.
- Es importante evitar la exposición solar directa tras las sesiones.
Terapia combinada: la clave del éxito contra el melasma
El melasma rara vez mejora con un solo tratamiento. La estrategia más efectiva incluye una combinación personalizada de fotoprotección, cosmética tópica, tratamientos médicos y tecnología, todo bajo supervisión dermatológica.
Consejos extra para controlar el melasma en verano
- Evitar el calor directo en el rostro (hornos, saunas, ejercicio intenso al sol).
- No suspender tratamientos de mantenimiento, aunque se esté de vacaciones.
- Hacer revisiones periódicas con el dermatólogo para ajustar el plan según evolución.
- Usar bases o maquillajes con protección solar incorporada como escudo adicional.
El melasma puede ser desafiante, pero no es invencible. Con un enfoque integral y constante, es posible prevenir su aparición o mantenerlo bajo control incluso en verano, una de las estaciones más delicadas para quienes lo padecen. Hoy en día, gracias al avance en cosmética y tecnologías láser, existen múltiples alternativas seguras y eficaces, siempre que se personalicen y se apliquen bajo supervisión médica.
El cuidado diario, la educación sobre los factores desencadenantes y el acceso a tratamientos dermatológicos actualizados son la mejor inversión para lucir una piel saludable y uniforme durante todo el año.
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