El verano es sinónimo de Sol, playa, piscina, planes al aire libre… y, para muchas personas, también de brotes de acné. Lejos de mejorar con el calor, el acné puede agravarse durante esta estación debido al sudor, la exposición solar sin protección adecuada, el uso de productos comedogénicos y la alteración de la rutina diaria de cuidados. Sin embargo, mantener el acné a raya en verano es posible si se adoptan medidas constantes y se conocen los tratamientos compatibles con esta época del año.
A continuación, te contamos cómo cuidar tu piel durante los meses de verano y qué opciones ofrece la dermatología y la medicina estética para mantener el acné bajo control incluso en vacaciones.
¿Por qué el acné empeora en verano?
Aunque a corto plazo el Sol puede secar los granitos y parecer que mejora el acné, a medio plazo produce el efecto contrario. El calor y la radiación solar aumentan la producción de sebo, engrosan la capa córnea de la piel y favorecen la proliferación bacteriana. Además, el sudor y el uso de cremas solares inadecuadas pueden obstruir los poros.
El resultado: más puntos negros, espinillas y brotes de acné, justo cuando más queremos lucir una piel luminosa y limpia.
1. Rutinas que no debes abandonar (ni aunque estés de vacaciones)
El error más común es relajar los cuidados faciales durante el verano. Por eso, la clave está en mantener una rutina adaptada a las necesidades del clima cálido pero sin abandonar lo esencial:
- Limpieza diaria suave, pero efectiva: Usa limpiadores específicos para pieles con tendencia acneica, pero evita fórmulas demasiado agresivas que puedan irritar o resecar.
- Hidratación ligera: La piel con acné también necesita hidratación. Opta por geles o lociones oil-free, no comedogénicas.
- Protección solar adecuada: Es fundamental. Busca protectores solares “oil-free”, con textura ligera y específicos para piel grasa o con tendencia acneica. Muchas marcas dermatológicas tienen líneas específicas que protegen sin obstruir los poros.
- Evita el maquillaje o usa fórmulas no comedogénicas: En verano, lo ideal es dejar respirar la piel. Si usas maquillaje, que sea específico para pieles grasas o con imperfecciones.
2. Tratamientos dermatológicos que sí puedes hacer en verano
Los tratamientos con láser están cada vez más presentes en las rutinas dermatológicas y estéticas para tratar el acné activo, mejorar la textura de la piel y reducir marcas o cicatrices residuales. Sin embargo, muchas personas creen que están totalmente contraindicados durante el verano. La realidad es que, con precauciones adecuadas, algunos láseres se pueden utilizar incluso en los meses de más calor.
IPL (Luz Pulsada Intensa): ideal para acné inflamatorio y rojeces
La luz pulsada intensa (IPL) se comporta de manera similar a un láser y tiene múltiples beneficios sobre la piel con acné, especialmente si hay rojez, inflamación o lesiones postacnéicas.
¿Cómo actúa?
- El láser IPL emite pulsos de luz que penetran en la piel sin dañarla, reduciendo el enrojecimiento, la inflamación y las bacterias causantes del acné.
- Además, estimula la producción de colágeno, mejora el tono de la piel y ayuda a cerrar poros.
¿Es segura en verano?
Sí, siempre que se realice bajo supervisión médica y se evite la exposición solar directa durante los días previos y posteriores al tratamiento. Se recomienda:
- Uso riguroso de protector solar de amplio espectro.
- Realizar sesiones espaciadas y con potencias moderadas adaptadas a la época del año.
- Aplicar cremas calmantes y evitar actividades al aire libre intensas tras la sesión.
Ventaja clave: el láser IPL es una excelente opción para seguir tratando el acné sin efectos secundarios importantes ni necesidad de baja social o médica.
Láser CO₂ fraccionado: mejor para marcas de acné… pero con precaución en verano
El láser de CO₂ fraccionado es uno de los más efectivos para tratar cicatrices profundas de acné, poros dilatados y texturas irregulares. Actúa mediante una ablación controlada de la piel que estimula una regeneración intensa.
¿Por qué es tan eficaz?
- Provoca una renovación profunda de la piel.
- Estimula la formación de nuevo colágeno.
- Mejora la textura, la elasticidad y la firmeza de la piel afectada por cicatrices atróficas.
¿Se puede realizar en verano?
Generalmente, se recomienda evitar este láser en pleno verano por su alta fotosensibilidad. Sin embargo, en algunos casos seleccionados y bajo estricta supervisión médica, puede aplicarse si:
- El paciente tiene fototipo bajo (piel clara).
- Se evitan exposiciones solares antes y después del tratamiento.
- Se usa protector solar SPF50+ durante varias semanas.
- Se siguen al pie de la letra las indicaciones post-tratamiento.
Se pueden programar sesiones de láser CO₂ fraccionado durante el verano siempre que se cumplan estos criterios y no se tengan planes de playa o montaña inmediatamente después.
Alternativa para verano: láseres fraccionados no ablativos o resurfacing más suave que respetan la integridad de la piel superficial y permiten una recuperación más rápida y compatible con el clima cálido.
3. ¿Y la medicación? ¿Se puede seguir en verano?
Muchos pacientes con acné en tratamiento dermatológico se preguntan si deben interrumpir su medicación oral o tópica cuando llega el calor. La respuesta depende del principio activo:
- Antibióticos orales y tópicos: Algunos, como la doxiciclina, pueden causar fotosensibilidad, por lo que deben evitarse o extremar las precauciones. En cambio, otros antibióticos son compatibles con el verano si se protege bien la piel del Sol.
- Retinoides tópicos: Pueden causar irritación y fotosensibilidad, pero algunos dermatólogos los pautan en verano con ajustes en la concentración o frecuencia.
- Isotretinoína oral: Aunque suele evitarse en los meses de mayor exposición solar, se puede continuar en casos indicados, siempre con una pauta clara y una protección solar rigurosa.
Lo importante es nunca suspender ningún tratamiento sin consultarlo con el dermatólogo, ya que la interrupción brusca puede provocar un efecto rebote.
4. Hábitos de verano que pueden ayudarte (o perjudicarte)
Aprovecha los hábitos veraniegos para reforzar el cuidado de tu piel:
- Dúchate después de la playa o piscina: El cloro y la sal pueden alterar el equilibrio de la piel. Una ducha rápida con un gel suave y sin perfumes ayuda a mantener la piel limpia.
- Cuida tu alimentación: El consumo excesivo de azúcares y lácteos puede agravar el acné. Apuesta por frutas, verduras, y alimentos con zinc, omega-3 y antioxidantes.
- Hidratación por dentro y por fuera: Bebe suficiente agua para mantener la piel equilibrada, especialmente con el calor.
- Evita tocarte la cara constantemente: El sudor, las manos sucias o los objetos como gafas de sol pueden trasladar bacterias a tu piel.
Piel sana también en verano
El verano no tiene por qué ser sinónimo de brotes de acné. Con una rutina constante, productos adecuados y tratamientos dermatológicos bien elegidos, es posible mantener una piel limpia, saludable y libre de imperfecciones.
La clave está en no bajar la guardia. Consultar a un dermatólogo o especialista en medicina estética es fundamental para diseñar un plan personalizado que se adapte a tus necesidades y a tu estilo de vida, sin renunciar al Sol, la playa o los planes de verano.
El verano no tiene por qué ser una época de pausa en los cuidados dermatológicos. La tecnología actual permite adaptar los tratamientos a las condiciones climáticas y al estilo de vida vacacional, sin poner en riesgo la salud de la piel.
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