Los polinucleótidos se han convertido en uno de los tratamientos estrella de la medicina estética actual. Su popularidad no es casualidad: ofrecen resultados visibles, naturales y progresivos sin alterar la expresión facial y sin dejar huella estética. Este innovador procedimiento se presenta como una alternativa o complemento ideal a los neuromoduladores como el bótox y a los rellenos dérmicos, gracias a su capacidad para regenerar la piel desde dentro y mejorar su calidad.
Qué son los polinucleótidos y cómo actúan en la piel
Los polinucleótidos (PN o PDRN) son fragmentos de ADN obtenidos habitualmente de fuentes naturales y purificadas, que actúan como potentes bioregeneradores. Una vez inyectados en la dermis, estimulan la actividad de los fibroblastos, las células responsables de producir colágeno y elastina. De este modo, logran una mejora significativa en la firmeza, la hidratación y la elasticidad cutánea. La función de los polinucleótidos no es rellenar, sino reestructurar y revitalizar la piel, lo que los convierte en una herramienta clave en tratamientos de rejuvenecimiento facial y corporal.
Cómo se aplica el tratamiento con polinucleótidos
El tratamiento con polinucleótidos se realiza mediante microinyecciones muy superficiales, aplicadas con agujas finísimas o microcánulas. La sesión dura entre 20 y 40 minutos y suele ser indolora; se puede aplicar crema anestésica previa si el paciente lo prefiere. La técnica se asemeja a la mesoterapia tradicional, pero con un producto más avanzado que actúa a nivel celular. No deja marcas visibles ni provoca inflamaciones notables, tampoco aporta volumen por lo que se considera un procedimiento sin huella estética.
Se recomienda realizar un protocolo inicial de tres sesiones, separadas entre dos y cuatro semanas, para activar la regeneración dérmica. Los resultados comienzan a apreciarse desde la primera aplicación, aunque su máximo potencial se observa tras completar el ciclo completo. Posteriormente, se aconseja realizar una o dos sesiones de mantenimiento al año, según las necesidades de cada paciente y la edad de la piel.
Tratamiento de ojeras y contorno de ojos con polinucleótidos
En el área de las ojeras, los polinucleótidos han demostrado una gran eficacia. Al tratarse de una zona de piel extremadamente fina, donde los capilares son más visibles y el tejido tiende a perder firmeza con facilidad, la bioestimulación dérmica consigue reducir la apariencia de cansancio, aclarar el tono y mejorar la textura. A diferencia del ácido hialurónico, que puede generar bolsas o irregularidades si se aplica en exceso, los polinucleótidos trabajan regenerando la piel sin aportar volumen, consiguiendo una mirada más descansada y luminosa.
Polinucleótidos para arrugas finas y patas de gallo
Los polinucleótidos también son especialmente útiles en la zona de las patas de gallo y las arruguitas finas del contorno de ojos. En este caso, suavizan las líneas superficiales sin interferir con la movilidad natural de los músculos, por lo que la expresión facial se mantiene completamente intacta. Si las arrugas son más marcadas por contracción muscular, el tratamiento con polinucleótidos se puede combinar con bótox para lograr un resultado más completo. Los neuromoduladores como el Bótox actúan relajando el músculo y los polinucleótidos mejora la calidad de la piel, una sinergia perfecta para rejuvenecer de forma global.
Resultados visibles: antes y después de los polinucleótidos
Los beneficios del tratamiento con polinucleótidos son múltiples: mejora de la luminosidad de la piel, reducción de las arrugas finas, aumento de la firmeza, piel más elástica y uniforme, mayor hidratación y aspecto más descansado. Además, la estimulación de colágeno y elastina continúa semanas después de la aplicación, por lo que el resultado es progresivo y duradero. Muchos pacientes describen su experiencia como una “recuperación de la piel” más que un cambio estético, ya que no hay volumen añadido ni modificación de los rasgos.
Beneficios del tratamiento con polinucleótidos
Otra ventaja del tratamiento de polinucleótidos es su compatibilidad con otros procedimientos. Puede combinarse con Bótox, ácido hialurónico, peeling químico, radiofrecuencia o tratamientos de láser médico, potenciando los resultados de cualquier rutina de rejuvenecimiento. Al no alterar la estructura facial, se adapta a hombres y mujeres de cualquier edad que busquen mejorar la calidad de la piel sin recurrir a técnicas invasivas y sin dejar huella estética.
Precio de un tratamiento con polinucleótidos
Los polinucleótidos no tienen una acción inmediata como los rellenos, pero sus efectos son más duraderos porque se basan en un proceso de regeneración natural. En la mayoría de los casos, los resultados comienzan a notarse a partir de las tres o cuatro semanas, y se consolidan con el paso de los meses. Tras el ciclo inicial de tres sesiones, el efecto puede mantenerse hasta un año con los retoques adecuados.
En cuanto al precio de los polinucleótidos, cada sesión suele rondar los 300 euros, aunque puede variar según las zonas tratadas. Al ser un tratamiento médico, debe de ser realizado siempre por un profesional especializado en Medicina estética. La inversión, sin embargo, se justifica por los resultados visibles y por la seguridad del procedimiento, que tiene un excelente perfil de tolerancia y escasos efectos secundarios.
Después del tratamiento con polinucleótidos
Los cuidados posteriores del tratamiento con polinucleótidos son mínimos. Se recomienda evitar el ejercicio intenso, la exposición solar y el maquillaje durante las primeras 24 horas. Puede aparecer un leve enrojecimiento o pequeños bultitos en los puntos de inyección, que desaparecen en pocos minutos. No requiere baja laboral y permite reincorporarse de inmediato a la rutina.
Rejuvenecimiento natural sin huella estética
En definitiva, los polinucleótidos representan una nueva generación de tratamientos estéticos que apuestan por la bioregeneración y la salud de la piel. Además de eliminar arrugas, devuelven al rostro la vitalidad perdida y lo hacen de una forma respetuosa, sin huella estética y con resultados naturales. Los polinucleótidos son la opción ideal para quienes buscan un rejuvenecimiento progresivo, consiguiendo una piel visiblemente más luminosa, firme y rejuvenecida.
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