Como venimos viendo todas estas semanas, la cirugía abarca muchos campos y no siempre son puramente estéticos.
En el post de hoy vamos a hablar de una cirugía quizás menos conocida, la cirugía íntima. ¿En qué consiste esta intervención? Pues bien, su nombre ya da alguna pista, ¿verdad? Es la operación de la zona íntima femenina en su parte externa y habitualmente suele ser en los labios menores.
¿Cuáles son las razones que pueden llevar a una mujer a realizarse este tipo de cirugía? El paso de los años, sobrepeso, menopausia o un parto pueden ocasionar cambios en la piel, el tamaño e incluso la funcionalidad de la vulva y la vagina y con la cirugía íntima o ninfoplastia se pueden corregir esos problemas.
Hemos consultado a nuestro equipo médico especializado en Cliniem y nos han dado todas las claves sobre esta operación, así que vamos a contaros todo.
¿Qué es la cirugía íntima femenina?
Son una serie de tratamientos estéticos enfocados en mejorar el aspecto de vulva y vagina y para devolverle su funcionalidad. Hay diversas técnicas de cirugía íntima femenina muy avanzadas y mínimamente invasivas que permiten utilizar anestesia local y con un postoperatorio sencillo y corto.
Una de las técnicas más solicitadas es la labioplastia, la cual se encarga de corregir el tamaño de los labios de la vulva. Sobre el procedimiento, este puede variar si la acumulación de grasa se encuentra en los labios mayores o en los menores. Si el exceso de piel y grasa está en los labios mayores lo que se hace es reducir la cantidad de tejido adiposo excesivo con el fin de “secarlos” para después moldearlos de manera que tengan una forma funcional. En el caso de necesitar reducir los labios menores el procedimiento a seguir es remover la piel sobrante hasta que tengan un tamaño que permita que los labios mayores los protejan.
Otra de las cirugías de la zona íntima femenina es el lifting genital, una intervención mediante la cual se retira el exceso de piel localizada en los labios mayores y menores de la vulva. Este exceso de piel puede provocar incomodidad en las mujeres cuando entrenan, en sus relaciones sexuales o al realizar otras actividades cotidianas. Este tipo de problema suele estar asociado a la edad y el sobrepeso. En cuanto al procedimiento, consiste en realizar una incisión y después eliminar el exceso de piel y tensar la misma consiguiendo así una apariencia más funcional y armoniosa.
Estos ejemplos se centran en tratar partes externas de la zona íntima femenina, pero también existen técnicas para tratar zonas internas como la vaginoplastia, que consiste en devolver la firmeza a los músculos vaginales que han perdido su tonicidad durante los partos y debido al envejecimiento. El cirujano elimina el exceso de piel y tejidos y los tensa para reconstruir la zona y devolver la funcionalidad a la vagina.
Postoperatorio de una cirugía íntima
Después de ver algunos tipos de intervención quizá te preguntes por la recuperación de una cirugía íntima. El postoperatorio de esta intervención no es doloroso aunque sí un poco incómodo ya que en los primeros días puede causar pequeñas molestias al caminar y al sentarse.
Al tratar una zona como la vulva, una mucosa, es normal que se produzca cierta hinchazón y que genere molestias, por ello se pautan antiinflamatorios y antibióticos para evitar posibles infecciones en los puntos.
La reincorporación a la vida laboral suele ser a los 2 o 3 días después de la operación, aunque cada paciente requiere sus tiempos y puede que quieras pedir algún día más en el trabajo para poder descansar cómodamente en casa.
Al cabo de 7 o 10 días, siempre en función de cada caso particular, se retiran los puntos de sutura y con ello desaparecen las molestias y a las 3 semanas de la cirugía se pueden retomar las actividades deportivas. Para las relaciones sexuales se recomienda esperar hasta los 30 días de la intervención si no hay ninguna molestia que lo impida.
Los resultados de este tipo de cirugía son excelentes y definitivos.
Recomendaciones postoperatorio ninfoplastia
Para que la recuperación de tu cirugía íntima vaya sobre ruedas hay una serie de recomendaciones muy sencillas, pero importantes, que puedes seguir:
Utilizar ropa adecuada: el área tratada es muy delicada por lo que es importante elegir con cuidado la ropa a utilizar para evitar dañar la zona y para que no se contamine por la transmisión de bacterias. Se aconseja utilizar pantalones anchos desde el mismo momento de la cirugía y mientras dure el tiempo de cicatrización. Después podrás volver a utilizar la ropa que prefieras.
Relaciones sexuales: como ya hemos comentado, para mantener relaciones sexuales con penetración se recomienda esperar en torno a 1 mes o mientras dure el proceso de cicatrización. Aunque el cirujano indicará con exactitud cuándo se puede retomar la vida sexual según el caso particular de la paciente.
Higiene: es muy importante tener una higiene adecuada para que la recuperación se desarrolle satisfactoriamente. Hay que evitar toda transmisión de cualquier tipo de bacterias mientras la zona íntima está cicatrizando. La primera norma es lavarse siempre las manos tanto antes como después de tener contacto con los genitales. Es vital lavar la zona operada cada día con cuidado, utilizando agua tibia. Es probable que el cirujano te aconseje utilizar algún jabón con pH neutro para no irritar la piel ya delicada de por sí. También se aconseja no darse baños en la bañera al menos durante 3 semanas.
Descanso: aunque la recuperación es sencilla, un buen descanso ayuda mucho en todo postoperatorio. No hay que realizar esfuerzos en los primeros 7 días.
Y, por supuesto, hay que acudir a todas las citas que programe el equipo médico para verificar que la recuperación va bien y los resultados son los esperados.
Si tienes más preguntas o quieres ampliar la información sobre la cirugía íntima no dudes en pedir una cita con nuestro equipo médico especializado en Cliniem, ellos te explicarán todo al detalle.