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En qué consiste el tratamiento integral estético contra el acné

El acné no es sólo una condición pasajera de la adolescencia. Para muchas personas, representa una lucha constante que puede extenderse hasta la edad adulta, afectando la autoestima, la salud de la piel y el bienestar general. Afortunadamente, los avances en dermatología estética permiten hoy un tratamiento integral, que no sólo controla el brote activo, sino que también mejora las secuelas y previene futuras lesiones de la piel.

¿Por qué hablar de un tratamiento integral en los casos de acné?

El acné es una patología multifactorial. Influencias hormonales, genéticas, ambientales y hábitos de vida se combinan para generar exceso de sebo, obstrucción de poros, proliferación bacteriana (Cutibacterium acnes) e inflamación. Por eso, una solución realmente efectiva debe abordar todos estos frentes: desde el cuidado médico hasta los tratamientos estéticos complementarios.

1. Diagnóstico dermatológico personalizado

Todo tratamiento debe comenzar con una evaluación clínica completa. Un Dermatólogo podrá identificar el tipo de acné (inflamatorio, comedogénico, quístico, hormonal), el grado de severidad y el tratamiento médico necesario. Esto puede incluir:

  • Retinoides tópicos o sistémicos
  • Antibióticos orales
  • Terapias hormonales
  • Isotretinoína en casos severos

2. Tratamientos estéticos complementarios

La combinación de terapias médico-estéticas potencia los resultados para disminuir los brotes de acné y tratar las secuelas que el acné deja en la piel. Estas son algunos de los tratamientos dermatológicos estéticos más utilizados en un enfoque integral:

– Láser CO₂ como primera opción para tratar las secuelas del acné

Como tratamiento posterior al acné activo, el láser CO₂ es excelente para mejorar cicatrices atróficas, poros abiertos y textura irregular. El láser de dióxido de carbono (CO₂) fraccionado es un dispositivo médico que emite una longitud de onda de 10.600 nm, la cual es altamente absorbida por el agua contenida en los tejidos cutáneos. Esta energía permite una ablación controlada de la epidermis y la dermis superficial, generando columnas microscópicas de daño térmico rodeadas de tejido sano, lo que favorece una rápida regeneración y estimulación del colágeno.

El láser CO₂ fraccionado está indicado para:

  • Cicatrices atróficas postacné
  • Textura cutánea irregular
  • Discromías residuales
  • Fotorejuvenecimiento
  • Estrías y cicatrices quirúrgicas

El número de sesiones de Láser C02 para tratar el acné pude variar según la profundidad de las cicatrices y el fototipo cutáneo del paciente, pero en general se recomiendan entre 2 y 4 sesiones, espaciadas cada 4 a 8 semanas.

Los estudios clínicos reportan una mejora significativa en la profundidad de las cicatrices de acné y en la calidad general de la piel tras varias sesiones de Láser C02. La mayoría de los pacientes experimenta una piel más tersa, luminosa y con una textura visiblemente mejorada.

Luz pulsada intensa (IPL) o terapia fotodinámica

El Láser IPL, o Luz Pulsada Intensa, reduce la inflamación, controla la flora bacteriana y mejora la apariencia general de la piel.

Limpiezas faciales profundas y extracción profesional

Ideales para preparar la piel para los tratamientos y prevenir infecciones sin dañar la piel.

Peelings químicos

Ácidos como el salicílico, glicólico o mandélico exfolian la piel, controlan el sebo y estimulan la renovación celular. En ocasiones se utilizan como complemento en el tratamiento del acné.

3. Educación y cuidado en casa

El tratamiento contra el acné no termina en la Clínica. El mantenimiento diario es clave y probablemente tu Dermatólogo, dentro de este enfoque integral, te pautará una rutina cosmética médica específica para tratar el acné.

  • Uso de limpiadores suaves y específicos para piel grasa o acneica
  • Hidratación no comedogénica.
  • Protección solar diaria (¡imprescindible!)
  • Rutina adaptada según el momento de la piel: brote activo vs. recuperación.

4. Estilo de vida y alimentación

Aunque el vínculo entre dieta y acné aún es objeto de estudio, cada vez hay más evidencia de que una alimentación antiinflamatoria, baja en azúcares refinados y lácteos, puede ayudar a reducir los brotes. Dormir bien, controlar el estrés y evitar manipular las lesiones también son factores determinantes.

El acné no solo se trata, se comprende y se aborda desde múltiples ángulos. El tratamiento integral contra el acné combina ciencia, tecnología y cuidado personalizado para restaurar la salud de la piel y, con ella, la confianza. Si sufres de acné, no estás solo: busca un Dermatólogo especializado y empieza un plan a medida que te acompañe en cada etapa del proceso.

El acné, además de su impacto físico, puede tener consecuencias emocionales significativas, especialmente cuando deja cicatrices permanentes. En la actualidad, uno de los tratamientos más eficaces para abordar estas secuelas es el láser de CO₂ fraccionado, una tecnología mínimamente invasiva que ha revolucionado el enfoque terapéutico en dermatología estética.

Es indispensable realizar una evaluación dermatológica previa para llevar a cabo un abordaje integral de tu problema de acné y poner en marcha el mejor tratamiento según el tipo de piel y la naturaleza de las lesiones.

Confía en la Unidad de Dermatología de Cliniem. Dermatólogos con una gran trayectoria médica te darán la mejor solución a las necesidades de tu piel. Pide tu cita de valoración en Cliniem.

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