El paso del tiempo, los embarazos, los cambios hormonales o de peso y la gravedad pasan factura en muchas partes del cuerpo, pero una de las zonas donde más se nota es el pecho. Con el paso de los años, los senos tienden a caerse, perder volumen y firmeza. Frente a esta situación, la mastopexia, o cirugía de elevación de mama, se ha convertido en una opción segura y eficaz para las mujeres que desean recuperar la forma, la firmeza y la armonía del pecho.
En este artículo, te contamos todo lo que necesitas saber sobre la mastopexia: cuándo está indicada, cómo quedan las cicatrices y qué resultados puedes esperar. El Director Médico y Cirujano Plástico de Cliniem, el Doctor González-Nicolás, nos aclara las principales dudas sobre este procedimiento.
¿Qué es la mastopexia?
La mastopexia es una cirugía estética que permite elevar y reposicionar el pecho para corregir la flacidez y mejorar su forma. A diferencia del aumento mamario, no busca aumentar el volumen, sino recuperar la posición y turgencia perdidas con el tiempo.
“El objetivo de la mastopexia es devolverle al pecho una apariencia más firme, juvenil y proporcionada. No se trata de cambiar radicalmente, sino de restaurar lo que el tiempo ha ido modificando”, explica el Doctor González-Nicolás.
¿Cuándo está indicada una elevación de pecho?
Si al mirarte de perfil notas que el pezón está por debajo del pliegue del pecho o apunta hacia abajo, o si sientes que el escote se ve “vacío”, puede que la mastopexia sea la cirugía adecuada para ti.
Entre las causas más frecuentes del pecho caído están:
- Embarazos y lactancia.
- Pérdidas importantes de peso.
- Envejecimiento natural de la piel.
- Flacidez por factores genéticos.
“El signo más claro de que una paciente necesita una mastopexia es la ptosis mamaria, es decir, cuando la glándula mamaria desciende por debajo de su posición natural. En esos casos, ningún sujetador puede devolver la forma al pecho si no es con cirugía”, explica el Doctor González-Nicolás, Cirujano Plástico de Cliniem.
Tipos de mastopexia: con o sin prótesis
El procedimiento puede adaptarse a las características y expectativas de cada paciente. Las dos técnicas principales son:
1. Mastopexia sin prótesis
En este caso, se eleva el pecho utilizando solo el tejido mamario propio. En la mastopexia sin prótesis Cirujano Plástico elimina el exceso de piel, remodela la glándula y reposiciona el complejo areola-pezón.
“Es ideal para pacientes que tienen buen volumen mamario pero presentan flacidez. Logramos un resultado natural sin necesidad de implantes”, indica el Doctor González-Nicolás.
2. Mastopexia con prótesis
En la mastopexia con prótesis se combina la elevación del pecho con la colocación de implantes mamarios para restaurar o aumentar el volumen, especialmente en el polo superior del pecho (el escote).
“El uso de prótesis se indica cuando el tejido natural no es suficiente o cuando la paciente desea más proyección. Es una combinación muy frecuente y da excelentes resultados”, comenta el Cirujano Plástico de Cliniem.
La decisión entre una técnica u otra se toma de forma personalizada, según el volumen mamario, la calidad de la piel y los objetivos estéticos de cada mujer.
¿Cómo quedan las cicatrices?
Una preocupación habitual antes de la cirugía es el aspecto de las cicatrices. Aunque la mastopexia requiere incisiones, éstas se planifican para que sean lo más discretas posible, y las cicatrices con los cuidados adecuados, tienden a volverse poco perceptibles con el tiempo.
Las cicatrices pueden ser de tres tipos, según el grado de caída:
- Periareolar: alrededor de la areola, en casos leves.
- Vertical: de la areola al surco mamario, en caídas moderadas.
- En T invertida: incluye una línea horizontal en el pliegue mamario, en caídas más pronunciadas.
“El tipo de incisión depende del grado de flacidez. Nuestro objetivo siempre es lograr el mejor resultado con la menor cicatriz posible, y eso lo conseguimos adaptando la técnica a cada caso”, explica el Dr. González-Nicolás.
Además, en Cliniem se utilizan protocolos avanzados de cicatrización, como el uso de láser para corregir cicatrices, siliconas médicas y tratamientos tópicos que ayudan a mejorar la calidad de la piel durante el postoperatorio.
¿Cómo es el postoperatorio?
La recuperación tras una mastopexia suele ser rápida y poco dolorosa:
- Se recomienda reposo relativo los primeros 5 a 7 días.
- Se debe usar un sujetador postoperatorio especial durante varias semanas.
- A partir de las 2 o 3 semanas ya se pueden retomar muchas actividades, aunque el ejercicio de impacto debe posponerse alrededor de un mes.
“La mayoría de las pacientes se sorprenden de lo bien que llevan la recuperación de la mastopexia. El dolor suele ser leve y bien controlado con analgésicos comunes”, asegura el Doctor.
¿Y los resultados?
El resultado definitivo de la mastopexia se aprecia entre los 3 y 6 meses después de la cirugía, cuando el tejido se ha asentado completamente y las cicatrices han madurado.
“El pecho está más elevado, firme y proporcionado. La mayoría de las mujeres nos dicen que sienten que han recuperado su cuerpo, y eso tiene un gran impacto positivo en su autoestima”, concluye el Doctor González-Nicolás.
La mastopexia es mucho más que una cirugía estética: es una oportunidad para reconciliarte con tu cuerpo, sentirte más segura y cómoda contigo misma. Ya sea con o sin prótesis, adaptada a cada caso y realizada por un profesional experimentado, la mastopexia puede devolverle armonía y juventud al pecho de manera natural.
Si estás considerando una mastopexia, lo más importante es consultar con un Cirujano Plástico especializado que escuche tus expectativas y te guíe hacia la mejor opción para ti.
Confía en la Unidad de Cirugía Plástica y Estética de Cliniem. Reconocidos Cirujanos Plásticos con una gran trayectoria y experiencia médica, te darán la mejor solución a tus necesidades. Pide tu cita de valoración en Cliniem.